Como propietario/a de una mascota, decidir esterilizar a tu gatito es una de las decisiones más responsables que puedes tomar.
La esterilización no solo evita embarazos no deseados, sino que también ofrece beneficios para la salud y el comportamiento.
Generalmente, los gatitos alcanzan la madurez sexual alrededor de los cuatro meses de edad, por lo que la opción más segura es programar la esterilización entre los cuatro y seis meses. Si no se esterilizan, pueden reproducirse con otros gatos no esterilizados, incluso con sus propios parientes.
Castración de gatos machos
La castración de gatitos machos elimina el comportamiento desagradable de rociar orina para marcar su territorio. Además, tienen menos probabilidades de pelear con otros gatos machos, lo cual reduce el riesgo de contraer el equivalente felino del VIH, que se transmite por mordeduras.
Los gatos machos castrados también tienden a permanecer más cerca del hogar y tienen menos riesgo de salir en busca de hembras o de ser atropellados.
Esterilización de gatas
Las gatitas no esterilizadas entran en celo cada tres semanas durante las épocas activas del año, lo que atrae la atención de machos no esterilizados que pelearán, rociarán y maullarán intensamente.
Esterilizar a una gata reduce significativamente el riesgo de padecer piometra, una infección uterina potencialmente mortal, y disminuye la probabilidad de desarrollar tumores mamarios.